"Una empresa auditora de alimentos acaba de destapar
la caja de los truenos al denunciar fraude generalizado y malas
prácticas en los productos de cerdo ibérico.
Acerta, una empresa dedicada a las inspecciones de
productos ibéricos desde 2009, acaba de anunciar que abandona los
trabajos de certificación de productos procedentes del cerdo ibérico
para enfocarse en otras áreas alimentarias.
La compañía ha lanzado una dura acusación contra el
sector al asegurar que las entidades que deben inspeccionar y certificar
la autenticidad de los productos también están involucradas en el
fraude.
El director general de la empresa, Matías Romero,
ha comunicado públicamente la retirada de un sector convulso. La
Guardia Civil inició una investigación contra el fraude del jamón
ibérico contra Comapa, el mayor distribuidor de jamones de España, por
vender jamones de cebo como ibéricos de bellota en algunas cadenas de
supermercados, entre ellas, Carrefour.
El bajo precio del supuesto jamón ibérico de bellota
low cost levantó las suspicacias del sector que considera “imposible” la
venta de jamones de bellota por debajo de los 300 euros. Carrefour llegó a vender jamones incluso por debajo de los 200 euros, tal como ha publicado este diario.
Los productores de alimentos procedentes del cerdo
ibérico están obligados a contratar los servicios de entidades
inspectoras y certificadoras para que verifiquen que el producto cumple
con las especificaciones de su etiquetado. Estas entidades son empresas
privadas pagadas por el propio fabricante y que en la práctica funcionan
como colaboradoras de la administración.
Con estas auditorías se intenta evitar, por ejemplo,
que un productor venda como un jamón ibérico de bellota una pieza
procedente de un cerdo que ha sido alimentado en una granja con costes
de producción mucho más reducidos.
Complicidades y falta de control
El fraude de falsos productos ibéricos ha alarmado a
los productores tradicionales del ibérico que denuncian falta de control
por parte de las autoridades. “¿Hay fraude en el sector? Sí. Basta ver
que no paran de aparecer casos en prensa. ¿Las entidades de inspección
son conniventes con el fraude? Queremos creer que en general no, pero
conocemos casos que sí”, explicó el director general de la compañía en
un comunicado público.
Y la empresa lanza acusaciones sobre quienes
hasta ahora han sido competidores. “Determinadas actuaciones de ciertos
operadores del sector han puesto en tela de juicio la fiabilidad de las
entidades de inspección. Tanto es así que hoy por hoy se presuponen
cómplices de un fraude generalizado”.
El auditor alimetario da un portazo al insinuar que
la corrupción se ha apoderado tanto de las empresas productoras como de
las auditoras que deben certificar la calidad y autenticidad de los
productos finales.
“En Acerta queremos hacer las cosas bien. En la
mayoría de los casos lo conseguimos a un gran nivel; en otros no tanto,
la autocrítica nos sirve para aprender. Pero, en cualquier caso,
nuestros valores siempre están por encima de las oportunidades
económicas. Desgraciadamente, para nosotros la inspección de cerdo
ibérico ha acabado siendo una actividad desmotivadora”, asegura el
comunicado.
El creciente fraude de los falsos productos ibéricos
tiene "difícil solución, según la compañía. “Algunas entidades más laxas
aglutinan cada día más clientes y, en consecuencia, cada vez es más
difícil sacarlas del juego, desautorizarlas, quitarles la acreditación,
pues miles de productores se quedarían sin poder calificar su producto y
el mercado quedaría desabastecido”.
La empresa también ha acusado al Ministerio de
Agricultura y a las administraciones autonómicas como por su complicidad
con el fraude. “El ministerio y las comunidades autónomas son
conscientes de esto pero miran para otro lado.
La compañía solicitó el fin de las actividades el 20
de febrero pasado y dio un plazo de un mes a los productores para que
buscasen otra entidad certificadora.
El director de la empresa, que también certifica
otros procesos de seguridad alimentaria y acuicultura, culminó su carta
de despedida con una frase demoledora. “Esperamos poderlos atender en
otros ámbitos donde nuestro trabajo tenga sentido y aporte valor, y
donde podamos ser realmente un eslabón de la cadena de generación de
confianza para el consumidor”." (David Placer, Economía Digital, 16/04/18)
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