2.3.17

Convergència tenía contabilidad en A, B y C

"Cuando el Tribunal de Cuentas llamaba a su puerta, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) presentaba unos papeles maquillados, aparentemente solventes e inmaculados desde el punto de pista del proceso contable. Pero en la trastienda, en la denominada cocina del partido, se manejaban otros datos.

Mucho dinero que se captaba de forma ilícita, se escondía de forma premeditada y se movía desde una opacidad poco o nada disimulada, según apunta el sumario del caso 3%.

Contabilidad en ‘A’ y en ‘B’


A la contabilidad en A se le añadía la que se gestionaba en B. Las aportaciones de los “mecenas” o “filántropos ayudadores” que de forma recurrente entregaban sobres al tesorero de la formación, Andreu Viloca. La Guardia Civil señala que el objetivo de este imputado en CDC era recaudar dinero innombrable y destinarlo después a finalidades nada pulcras.


Los agentes identifican hasta 31 empresas que pasaron por el despacho de Viloca. Algunas de ellas ya han sido imputadas en la causa que persigue la presunta corrupción del entorno del partido. Nombres como Teyco, Emte, Rogasa, Grupo Soler o Viscan, entre otros.

Una tercera vía de aportaciones opacas


Pero al margen de este sistema, se movía otra contabilidad. La caja C de CDC. La de los paganinis. Un flujo económico de menor cuantía pero al parecer constante y opaco a ojos de los órganos de fiscalización y control.

Los agentes de delitos económicos de la Guardia Civil de Tarragona han constatado que al menos en 2013 todas estas aportaciones de dinero entraban y salían por la puerta de atrás de partido. De forma intensa y al mismo tiempo.

Camufladas como cuotas de militantes


Del sumario y a tenor de la forma en que se encadenan los hechos, el registro de la sede de la fundación asociada a CDC, Catdem; los que han tenido lugar en la sede del partido de la calle Córcega de Barcelona y el del domicilio particular de Viloca dejaron sin aliento a policías, fiscales e incluso al juez de El Vendrell (Tarragona) que instruye la causa.

Para empezar, las aportaciones de dudosa procedencia se camuflaban como cuotas de militantes. Donativos que proceden de cuentas bancarias extrañas. Se recogen ingresos por “actividades promocionales sin identificar el transmitente”.

Una contabilidad burda que en un solo ejercicio alcanzó los 350.000 euros.

Informe de auditoría interna secreto


La Guardia Civil encontró en el registro de CDC un informe de auditoría interna que refleja de forma literal que la “entidad no ha formalizado un protocolo de control interno que pueda ser sometido a la verificación por el Tribunal de Cuentas”. Es decir, los propios informes secretos sobre las cuentas del partido evidenciaban las irregularidades del sistema de autofinanciación que se había orquestado.

Hay más. Algunos ayuntamientos como el de Vilafranca del Penedés inyectaron fondos en las contabilidades B y C del partido. El consistorio contaba en 2013 con un alcalde del mismo color político y se apuntaron en las cuentas de su partido madre como presuntos donativos. Sin embargo, no están declarados como tal. Estos ingresos oscilan entre los 19.000 y los 26.000 euros.

Aportaciones a Catdem


Catdem, por otro lado, recibió de la “cooperación de CiU” donativos por un valor de 217.850 euros en 2012 y de 662.000 euros un año después. El dinero se movía de un lugar a otro con absoluta ligereza, al menos en este último ejercicio según la documentación del sumario.

La formación independentista gastó en 2013 un total de 1.211.281 euros en “servicios informáticos, administrativos y jurídicos pero que no aplicó el IVA para ello, sin razón justificada”, tal y como consta en la auditoría interna del partido que cazó la Guardia Civil.

Impuesto de sociedades sin presentar


El levantamiento parcial del secreto del sumario del caso 3% ha permitido saber, además, que CDC no presentó en 2013 el impuesto de sociedades a las rentas no expuestas. Otra irregularidad, esta vez fiscal, del partido. "                 (Carlos Quílez, Crónica Global, 25/02/17)

"Andreu Viloca, tesorero de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), era en 2013 --y ha sido desde entonces-- el “conseguidor”, el llamado “hombre de los manguitos” del partido conservador según se desprende del sumario del caso 3%. Pero su antecesor en el cargo, Daniel Osácar, no estaba precisamente al margen del sistema de contabilidad implementado.

Conocía los movimientos de dinero opaco que se gestionaban en el partido. La instrucción judicial evidencia que el control de las finanzas en A, en B y en C que existía en CDC no era una mecánica sobrevenida con la llegada de Viloca al frente de la tesorería. Era una forma de entender la gestión del partido político.

El sumario del caso que dirige el juez de Instrucción número 1 de El Vendrell (Tarragona) reserva para Osácar un capítulo especial con varias evidencias.

Dinero ilícito en el extranjero

La Guardia Civil tiene indicios de “extraños” movimientos de dinero a cargo de Osácar en el extranjero. Entre ellos, la transferencia que el extesorero mandó a una cuenta de Deutsche Bank en Luxemburgo, territorio que era considerado un paraíso fiscal hasta 2015.

El 13 de mayo del 2009 ejecutó una transacción por valor de 55.000 euros. La cuenta de destino fue la 001900209240120XXXXXXX, según la documentación recogida en el sumario. Tiene como domicilio de referencia la calle Alacant número 27 de Barcelona. Una dirección del distrito de Sarrià-Sant Gervasi.
Osácar formalizó otro ingreso con el mismo destino el 9 de junio de 2006. En esta ocasión, por valor de 30.000 euros.

Depósitos en Luxemburgo

El volumen de los fondos a nombre del extesorero de CDC en Caixa Penedès ascendían a 522.766 euros en 2008. Así lo reconoció la entidad en la información remitida a la instrucción del caso.

La Fiscalía Anticorrupción apunta a que la operativa en el banco que ya no existe --se integró primero en Banco Mare Nostrum (BMN) y el negocio de Cataluña y Aragón lo adquirió posteriormente Banco Sabadell-- podría haber sido paulatinamente vinculado a paraísos fiscales. “No se descarta que esa persona haya acumulado dinero en el extranjero --en la actualidad-- fruto de sus actividades ilícitas”, indica el ministerio en su informe.

Correo electrónico delator

Más allá de los movimientos sospechosos de dinero de dudosa procedencia, levantar el secreto del sumario del caso 3% evidencia que Osácar fue el “maestro” de Viloca. Estaba al corriente de las maniobras de su “alumno”. De hecho, fuentes próximas a la investigación indican que estos son los nombres coloquiales con los que se hace referencia a los dos tesoreros del partido.
Osácar se puso en contacto con Viloca el 15 de septiembre de 2011 mediante un correo electrónico comprometedor que fue interceptado por la Guardia Civil. “Josep Casas de Agrovial”, indicaba el asunto.
En el cuerpo del mensaje, el extesorero alertaba a su sucesor que el empresario “confirma que vendrá el viernes día 2 a las 12.30 horas, tal y como le he pedido”. Es decir, intercedió y le dio consignas a Viloca para que se reuniera con el ejecutivo, sospechoso de haber pagado comisiones al partido.

Imputados

Tanto Osácar como Viloca están imputados por el juez que investiga el caso 3%. Se les acusa de los delitos de cohecho, blanqueo de capitales, prevaricación, financiación ilegal de partido, alteración en subasta y concurso público y falsedad en documento mercantil.
Osácar también está investigado en la otra macrocausa que tiene el foco puesto en la presunta financiación irregular de CDC, el caso Palau. "                 (Carlos Quiléz, Crónica Global, 25/02/17)


"Una auditoría interna de Convergència Democràtica de Catalunya incluida en el sumario del caso 3% revela otra vía de financiación irregular que reportó al partido 2,99 millones de euros entre 2009 y 2013. 

El sistema consistía en vender en efectivo decenas de miles de “talonarios de 50 a 250 euros”, lo que permitía a “donantes anónimos” —prohibidos por ley— comprar muchos tiques de donativos sin dejar rastro. La normativa obliga a identificar a quienes aportan al partido más de 300 euros, pero el Tribunal de Cuentas ya alertó de que la falta de un sistema de control impedía saber si se superaba este límite.

Convergència (CDC, hoy PDECat) ha hecho en los últimos años un gran uso de las dos grietas que la redacción de la ley de financiación de partidos —ley orgánica 8/2007— dejó abiertas. La primera —los adjudicatarios de obra pública no pueden donar a los partidos, pero sí a sus fundaciones— está en el centro de las investigaciones del caso 3% sobre la supuesta financiación ilegal de CDC.

La segunda la constituyen las llamadas “actividades promocionales”, un epígrafe que incluye desde la venta de lotería y objetos de todo tipo —llaveros, libros...— a la organización de cenas o conciertos. En este caso, la ley establece un límite de 300 euros por debajo del cual no es necesario identificar a los compradores.

Este límite, pensado para transacciones de poca importancia, queda pulverizado cuando lo que se vende sin control y en efectivo son decenas de miles de “tiques” por 50, 100 o hasta 250 euros.

Convergència logró por sus “actividades promocionales” mucho más dinero que todos los demás partidos españoles juntos entre 2009 y 2013: 2.996.000 euros, según datos de la auditoría interna y del Tribunal de Cuentas. La cantidad obtenida ha ido oscilando notablemente: 448.315 euros en 2009; 1.306.000 en 2010; 591.000 en 2011, 292.000 en 2012, y 359.000 en 2013.

Las diligencias de la investigación del caso han puesto el foco en esta vía de financiación basándose en el Informe de revisión de los estados financieros, encargado por la propia Convergència en 2014 y referente a los dos años anteriores.

El informe destaca que “para las actividades promocionales superiores a 300 euros es obligatorio identificar al contribuyente”. Como el partido “logra estos ingresos con talonarios de 50 a 250 euros y no identifica al donante, no es posible asegurar que la misma persona no ha comprado varios tiques por más de 300 euros, lo que supone un incumplimiento de la ley al tratarse de donantes anónimos”.

En sus informes, el Tribunal de Cuentas ya había advertido a Convergència, aunque de forma más tibia, sobre este punto al señalar que “no ha sido posible verificar el cumplimiento” de la ley “ya que el partido no tiene establecido un control adecuado sobre la gestión de estas actividades”.

Los otros dos partidos a los que el Tribunal de Cuentas conminó a regularizar estos ingresos son PNV y UPyD. El primero obtuvo entre 2009 y 2012 —en 2013 solventó el tema— un total de 1,6 millones de euros. En este caso, la mayor parte del dinero procede de “celebraciones conmemorativas” en las fiestas y sedes del partido, con un peso destacable en la vida social y cultural del País Vasco.

La otra formación censurada por el Tribunal fue UPyD, aunque por cantidades mucho menores, 351.000 euros entre 2009 y 2011, que también incluían la venta de lotería y la celebración de actos y jornadas.

Fuentes que investigan el caso 3% lamentan así “hayan podido llegar grandes cantidades de dinero sin control al partido”, aunque admiten que “el sistema utilizado hará imposible diferenciar entre los donativos genuinos y los que escondan otras intenciones”.

Aunque el centro de las investigaciones hasta ahora han sido las mordidas pagadas a CDC camufladas como donaciones a sus dos fundaciones —CatDem y Fòrum Barcelona—, los investigadores siguen el rastro de varios posibles pagos en efectivo por supuestas comisiones ilegales. Uno sería la entrega por un directivo de Isolux Corsán de un sobre en la sede de Convergència. El otro, la mención a una oficina bancaria en una reunión entre el tesorero del partido, Andreu Viloca, y uno de los empresarios investigados."               (El País, 25/02/17)

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